Durante estos días, estamos observando como en muchas de las naves ganaderas de nuestra provincia, se ha producido una incorporación importante de paquetes de paja, resultantes de una magnifica cosecha de cereal, que según estimaciones de la Junta de Castilla y León, realizadas durante el mes pasado, preveía un rendimiento medio por hectárea en nuestra provincia superior al 40 % con respecto al año pasado y por ende un incremento de la paja producida en la cosecha.
Por otro lado, esta paja, mientras está en el campo, almacenado en lo que se denominan almiares, podría ser susceptible de seguro (aunque no está muy generalizado) a través de la línea Línea: , cumpliendo una serie de requisitos, como que a su alrededor haya una franja libre de hierba de al menos 10 metros de ancho y que estén construidos a una distancia mínima de 15 mts; junto con otras matizaciones, todas ellas consultables en las condiciones especiales de este seguro, a disposición de los usuarios en la página web de Agroseguro.
Sobre incendios de este tipo ya hemos tenido noticias en nuestra provincia, sin ir más lejos el Adelantado de Segovia en su edición del día 15 de agosto, publicaba la siguiente noticia “Arden 4.000 ‘alpacas’ junto al polígono Malriega de la villa”, donde hacía referencia a unas pérdidas aproximadas de 40.000 €.
Pero nuestro comentario va un poco más allá. Que ocurre cuando estas “alpacas” de paja ya están almacenadas en las explotaciones?. Tanto este concepto en las naves ganaderas, como el propio cereal almacenado en fábricas de piensos, suelen generar desviaciones temporales importantes en los capitales asegurados de las pólizas que cubren estos riesgos. Estamos seguros, que muchos ganaderos y empresarios, no se percatan de esta situación, o al menos no la dan importancia y por lo tanto, no comunican estas modificaciones sustanciales de capital a sus aseguradoras, posicionándose en situación de riesgo importante por aplicación de la famosa, al menos en el argot asegurador, “regla proporcional” a la cual, no tardando mucho dedicaremos un trabajo específico.
Dentro de nuestros estudios, y recientemente lo hacíamos público, observamos como muchos seguros de empresas, tienen importantes deficiencias permanentes, a las cuales ahora habría que añadir estas otras de carácter estacional, que al final hacen que muchos contratos tengan una validez muy limitada a pesar de los importantes costes que suponen.
Esperamos que estas líneas, hayan servido al menos para concienciar esta situación real que se da en el sector primario, y que con otras características no es exclusivo del mismo, ya que situaciones similares, por otros conceptos, también se encuentran en el sector industrial.